El Arte muchas veces es simplemente una mirada, el detalle de reconocer algo diferente, algo estéticamente bello, o que nos parece bello a nosotros.
El Jardín de las Delicias es una obra de Arte fabulosa, tremenda, única. Pero hay cientos o miles de formas de ver Arte, de sentirnos rodeados de Arte.
Necesitamos el Arte para caminar de forma agradable por la vida. Incluso entre los que no creen en el Arte lo consumen, lo respetan, lo admiran pues sin darse cuenta elevan a Arte lo que para otros es simplemente parte de la forma de ser, o de la convivencia.
No nos tiene que asustar la palabra Arte, pues en ella entra desde la música barroca al pop, desde un cuento infantil a un cuadro de Goya, y si mi apuras, incluso muchos deportes que requieren de distribución, de tempos, de estrategias.
¿No somos nosotros mismos Arte, cuando somos incapaces de explicarnos qué somos? El Arte juega desde la manipulación a lo estético, desde la fácil a lo imposible, desde la historia más antigua hasta esta copa de Ikea.