9.1.24

No hay que entender el Arte. A veces son idiomas muy propios


No sabemos qué movió y mueve al ser humano a dejar plasmado en las paredes sus sensaciones, sus opiniones, incluso sus necesidades o sus gritos. 

Llevamos 30.000 años entregando ideas plásticas entre nosotros, escribiendo con signos, con grafismos, para intentar comunicarnos. 

Y no siempre hemos logrado hacerlo de manera fácil, pues la abstracción que cada uno llevamos dentro nos lleva a saber y poder hablar con nuestros propios idiomas mentales.

Por eso el Arte triunfa, porque nos obliga a descifrar, a disfrutar con lo que muchas veces no entendemos ni nos importa entender.